viernes, 15 de noviembre de 2013

Errores y horrores falleros (Vol.I)



Cambiamos de tercio, ahora sí, y volvemos a la cara amable del blog. Tenía ganas de realizar un post recopilatorio de esos pequeños (o grandes) desastres que a veces vemos en la vestimenta, peinado y complementos de valenciana. ¡Ojo! Empezamos con la indumentaria femenina pero ya estoy recopilando para hacer el post masculino. Allá va la galería de errores y horrores falleros. ¡Se aceptan sugerencias!

*Edito: este es un post para leer y pasar un rato ameno. No pretende ser una guía de cómo vestir o no vestir, para eso están los expertos. ¡Abstenerse los que puedan ver su sensibilidad herida! ;)


1. Usar postizos de un color diferente al de tu pelo. Los moños "bicolor" no son nada estéticos. Muy importante a la hora de elegir los postizos tener en cuenta que cuando nos peinamos de valenciana, la cantidad de gomina que aplicamos sobre el pelo lo oscurece unos cuantos tonos.  Lo mejor es dejarse aconsejar por los expertos que hay en las tiendas o bien, en casa, mojarte el pelo y colocarte el postizo al lado para ver si el contraste es natural o hay diferencia de color.

2. Ondas mal peinadas. Muchas de nosotras intentamos ahorrar tiempo y dinero auto peinándonos o poniéndonos en manos de alguna amiga fallera. Pero ¡ojo! Las ondas no son fáciles de peinar correctamente y la persona que lo haga tiene que saber, para lo cual necesitaremos muchos intentos hasta encontrar la forma adecuada. Cuidado con las ondas a lo flamenca, las excesivamente abultadas....

3. Una onda con rodetes. Las variedades del punto anterior que podemos encontrar son muchas. Ésta es una. Veamos: si nos peinamos con raya al lado y una onda, sólo deberemos realizar o colocar el moño trasero, nada más. Poner también los rodetes es un invento que da como resultado una mezcla un tanto extraña.

4. El pelo hacia atrás. Este es el no va más del mal peinado: no tengo tiempo, no sé hacerme las ondas y... ¿qué hago? Pues peinarme el pelo hacia atrás como si de una coleta se tratara. ¡¡ERROR!! No hay nada más horrible. Sin justificación posible.

5. Peinetas demasiado altas. Hace varias décadas así era, las peinetas sobresalían de la parte trasera de la cabeza y se apreciaban pero ya no (afortunadamente porque hacían un efecto alargado en la cara poco favorecedor para la mayoría). Pueden sobresalir levemente pero nada de peinetas a modo pararrayos.

6. Mantillas. Más allá de gustos acerca de la longitud de las mismas, sí es importante que no nos tapen completamente la cabeza pero que tampoco estén sujetas a la altura del moño. Es un velo, sí, pero tampoco es necesario que nos cubra como un burka (con todos los respetos a las religiones que utilizan este elemento). Si no queremos que salgan volando por el viento y parezcan una capa a lo Superman, debemos sujetarlas a ambos hombros, para lo cual un imperdible (disimulado) bastará.

7.  Poco y excesivo volumen en las faldas. El tema del vuelo no hace mucho estuvo en el ojo del huracán por las declaraciones que la alcaldesa de Valencia realizó quejándose del enorme vuelo, según su parecer, de las falleras. Bien, no se trata de usar un cancán con el que parecer globos o alcachofas andantes pero tampoco de andar escurridas, entre otras cosas porque en este último caso el dibujo del traje lucirá entre poco y nada. Término medio.

8. Faldas que van barriendo la calle. A veces a consecuencia de la falta de vuelo como comentábamos en el punto anterior, por habernos medido en las pruebas con un zapato diferente al que luego hemos utilizado o porque nos duelen los pies y decidimos ponernos planas (bailarinas, otro horror fallero!!), seguro que alguna vez habéis visto como el traje arrastra de delante, de detrás o por todas partes. Además de que resulta horrible, los bajos quedarán hechos trizas al acabar un acto.

9. Mezclar oro con plata. Sí, lo he visto por increíble que parezca. Por favor, combinaciones imposibles NO. O una cosa o la otra.

10. Las bandas llenas de insignias. Las bandas, ese accesorio que a unas encanta y otras odian a muerte. Este punto cada vez ocurre menos, era más propio de los 80 y 90, cuando especialmente las Falleras Mayores iban colocando en su banda todas las insignias y pines que les iban entregando en actos. Al final, acababa sin verse absolutamente nada y no lo he probado, pero para el cuello no debía ser nada saludable.

11. Ir vestida de particular y llevar la banda puesta. Quizá aquí ocurra menos, esto lo he visto especialmente en poblaciones. ¡Horror absoluto! Si vas vestida de particular, tienes la insignia o la jooia de tu comisión para "identificarte" pero ¿la banda? ¡¡Noo, por favor!!

12. Ramos de flores gigantes. Aquí la culpa no es de la que viste y calza, sino de la persona que encarga el ramo o del que lo prepara. Lo de "Burro grande, ande o no ande" no es necesario: existen ramos preciosos con un tamaño apropiado para que la fallera no acabe con el brazo como Robocop y llena de agujetas al día siguiente. Si queremos un gran obsequio, mejor una cestita o una canastilla. Pero el ramo, como el perfume, en frasco pequeño.

¿Estáis de acuerdo con esta selección de errores-horrores falleros? ¿Echáis alguno en falta?  ¿Cuál es el peor para vosotr@s?

Espero vuestras sugerencias para esta peculiar galería. Y chicos... estad atentos porque la próxima entrega será sobre vosotros. Podéis ir aportando alguna sobre hombres también.

¡Nos leemos!

miércoles, 6 de noviembre de 2013

RTVV NO ES TANCA

Este estaba pensado para ser un post divertido, diferente, en el que habláramos de algunas desacertadas curiosidades que vemos en la indumentaria y complementos de valenciana y valenciano. Pero la actualidad ha alterado cualquier guión previsto. Mi indignación, mi tristeza y mi incredulidad no me permiten escribir sobre otra cosa que no sea la tristísima noticia del cierre de RTVV anunciado unilateralmente por la Generalitat Valenciana.



Triple pérdida
Esta es la imagen de la vergüenza. El cierre de RTVV supone, prepotencia política aparte, el fin de uno de los principales motores de la lengua y la cultura propias. No voy a entrar a valorar el partidismo o la manipulación que pueda haber habido (que haberla, la hay); independientemente de ello, su desaparición es una noticia muy triste. Mi pena es triple: como periodista, porque el panorama se oscurece todavía más, si es posible; porque 1.800 compañeros inocentes de la mala gestión de un puñado de responsables pierden el pan que ganan cada día con su trabajo; porque la libertad de expresión y de prensa se duele y disminuye con la desaparición de cada medio. Por cierto, aprovecho para recordar al señor Fabra que, al igual que la educación y la sanidad que argumenta para el cierre de la televisión  pública, el derecho a la información está reconocido como fundamental en el artículo 20 de la Constitución Española y, por tanto, es también igual de básico; y porque el gobierno valenciano celebra que la Comunitat es la única que baja el paro el mismo día que anuncia que 1.800 personas se van a la calle.

La segunda pena, como valenciana, porque se toma una decisión unilateral sin tener en cuenta la opinión de los ciudadanos que pagamos con nuestros impuestos el funcionamiento de la televisión pública; porque no podré escuchar una cadena en mi lengua, en la lengua de todos los valencianos (toda una declaración de intenciones que el President se haya dirigido en castellano para anunciar el fin de la televisión en valenciano); porque se pierde la defensa de tradiciones y cultura autóctona; porque pasamos de tener un canal de referencia en el que enterarnos de lo que ocurre en nuestra Comunitat Valenciana a tener que andar buscando minutos en las cadenas nacionales (irónico que para seguir la rueda de prensa del cierre de la televisión pública haya que recurrir a la propia televisión pública); porque los aficionados del Valencia CF, por ejemplo, oiremos con fortuna un par de minutos sobre nuestro equipo en Antena 3 o Telecinco, pero los seguidores del Levante, Villarreal o Elche lo tendrán más que complicado (¿tal vez 20 segundos a la semana?); o un aficionado a la pilota valenciana, que volverá a pasar a ser un deporte minoritaria e irreconocido, y así un largo etcétera.

Y la tercera, y aquí el blog está directamente implicado, porque perdemos posiblemente el principal elemento de difusión de las Fallas. Las mascletàs, la llamada a las Falleras Mayores de Valencia, la Cridà, las exaltaciones, las Cremàs... Perdemos todo eso. Que le diga el Consell a las personas mayores que no pueden salir de casa y disfrutan viendo las horas de Ofrenda por televisión para sentirse un poco más cerca, que a partir de ahora tendrán que aguantarse e imaginarlo. O que le expliquen a Carmen Sancho que este año pasará un poco más desapercibida para una amplia mayoría de valencianos que no van a tener ocasión de ver la figura de la FMV por la televisión autonómica. Qué lamentable, qué pena. 

Por estas y muchas más razones desde aquí decimos
¡NO AL CIERRE DE RTVV! 

A quien se sienta aludido: falsos compañeros
Me duele también ver cómo los responsables de algunas "emisoras" locales de radio y televisión van alegrándose por detrás de esta enorme desgracia para 1.800 familias y para todos los valencianos, pensando en que tal vez ahora tengan una mayor porción de pastel. Me da rabia porque precisamente quienes están ya afilando sus dientes de carroñeros ni siquiera son periodistas, ni comunicadores, ni mucho menos se les puede llamar profesionales de los medios de comunicación; no entienden ni podrán entender jamás de compañerismo ni de solidaridad profesional porque su existencia depende del peloteo constante, de vivir a modo de "chupatintas"... Ese tipo de personas, en este ámbito y en toda la sociedad, son las que deberían desaparecer. Pero, ¿sabéis qué? Me alivia el convencimiento absoluto de que no podrán mantenerse mucho más tiempo ahí, que al final acabarán cayendo por su propio peso, que no tendrán red que amortigüe su golpe. Y, cuando eso ocurra (más pronto que tarde), se quedarán con lo que merecen y, sobre todo, con lo que son: nada. 

Qué agusto me quedo escribiendo. Podría seguir mucho más pero sería un post eterno. Gracias por leerla.

Ánimo a mis compañeros. Quiero pensar que al final habrá alguna solución que cambie "innegociable" por "posible".  RTVV no es tanca!